jueves, 13 de marzo de 2008

Los funcionarios públicos, los mejores padres

Han necesitado realizar un estudio para darse cuenta de esto, que hace unos días comentaba en este mismo blog.

En mi reflexión, comentaba que nos quedarían 5 horas diarias, pero sin contar las famosas horas extra, que muchos tienen que hacer y que algunos hacen porque le miran mal si se va a su hora, ¿esto no sería mobbing? Machacar a un empleado con frases irónicas, echarle en cara el que se vaya cuando hay otros trabajando y otros tantos comportamientos despreciables comportamientos. Es lamentable que esta práctica sea tan común, y nadie aún sabiéndolo haga nada para poner límites. En muchos casos estas horas son "recompensadas" con días libres o dinero, aunque por lo general siempre será por valor inferior al real y eso si lo hacen.

¿Cómo solucionar esta situación? Me temo que como no se hagan leyes al respecto es díficil cambiar "la política de empresa" de las compañías, aunque seguramente sería efectivo, pillar al gerente de turno, ponerle un collar explosivo, y hacerle reventar la cabeza en la oficina, hasta que le entre al jefe en la cabeza, que algo no está funcionando muy bien y que la próxima cabeza podría ser la suya... Pero como somos pacíficos y demócratas esta no es una opción, es mejor quejarse y que luego nos metan un palo por el ojete, nos den una palmadita en la espalda y nos diga "Ala, vuelve a tu puesto a trabajar un poquillo, que con tanta queja se va el tiempo y luego preguntais por qué no se pagan las horas extra".

Tengo que pensarme seriamente lo de hacer unas oposiciones...

1 comentario:

yacky dijo...

ya estoy de acuerdo contigo, esto de ser un esclavo del trabajo no tiene mucha gracia, y esque ultimamente veo que solo es trabajo y dormir o estudiar, y lo de salir es cuando consiguo escaquerame del trabajo un pelin temprano, pero bueno a ver si esto pronto se acaba jej:P.

Un besito muak.