miércoles, 26 de septiembre de 2007

Por favor, ¡¡NO ME ATROPELLEN!!

Cada día al salir de casa me pregunto con qué clases de hijo de puta me encontraré y si fuera creyente (cristiano, aunque tampoco creo en otras religiones), supongo que hasta rezaría de 3 a 500 padres nuestros y alguna docena más de ave marías.

Para el que no lo sepa, sí, soy motero. Cada día veo como los ángeles de la guarda se ganan su sueldo, ya sea con otros moteros o con los peatones.

Es muy fácil decir que los accidentes en los que se ve envuelta una moto es por su culpa, y puede que en algunos casos así sea, ya que para que negarlo, en moto hay mucho "flipao", y yo a veces peco tambien de este hecho, pero intento controlarme y suelo serlo, cuando algún conductor (independientemente de qué conduzca) me pone nervioso (cambios continuos de carril, frenadas que no vienen a cuento, y cosas del estilo), que es cuándo mi diablillo se despierta y no puedo evitar soltar gas y hacer rugir a mi pequeña dejando atrás a todo aquello que me molesta (ojalá esto funcionara con todos los aspectos de la vida). Pero aún así, tengo muy presente que semaforo en ambar, en Madrid, a hora punta, lo mejor es frenar. Éste es uno de esos momentos en que me la suda quién me adelante, si no se piña o se lleva alguien por delante es que su ángel estaba presente ¿por qué?, una mala costumbre que tenemos la mayoría, es que nada más se pone en verde el semáforo arrancamos como condenados y muchos peatones salen a la carrera por el paso de peatones, por eso cuando está en ambar o el semáforo se acaba de poner en rojo es "extremadamente peligroso" saltarse el semáforo, ya quee si se cierra nuestro semáforo otro se abre, con los otros endemoniados que pisan el pedal hasta tocar fondo y la física es clara,si dos objetos a cierta velocidad en sentidos diferentes concuerdan en un punto "Game Over".

No es la primera vez que veo frenazos por el hecho que acabo de comentar. Hoy mismo, me he puesto por el carril que estaba a la izquierda de un autobus y el semáforo se estaba cerrando. El bus estaba parado pero no el peatón que se aventuró a cruzar sin pensárselo 2 veces, y no me percaté del peatón hasta que se asomó de repente y los vehículos que se disponían a "saltarse" el semáforo, metieron el frenazo, dándole un susto de muerte al peatón incauto.

Otra cosa curiosa, es que en la moto cuando vas a cierta velocidad ciertos "enlatados" se meten en tu carril, poniendo el intermitente una micra antes, obligándote a una de dos, reducir la velocidad brúscamente si tu moto tiene buena frenada o a esquivarle encomendándote a todos tus dioses, para que en tu punto ciego no venga orto coche que pueda arrollarte al realizar una maniobra evasiva.

No me extraña que la gente se flipe y se consideren pilotos de cazas de combate, con la de maniobras que se deben realizar.

Otro punto más es cuando vas por tu carril y hay una incorporación a tu vía desde otra, y aparece un cochazo de gama alta cuando no un todoterreno e invade tu carril ¡estándo tu dentro!, a lo que claro respondes o frenando o poniendote delante con un acelerón.

Luego están los taxistas, esa otra raza, que llegan a compincharse entre ellos para cerrarte el paso, no todos, pero muchos se creen los reyes de la ciudad, cuando realmente son las putas, recogen a desconocidos para ofrecerles un servicio y cobrarán muchas veces, pero en otras los clientes se les van sin pagar o les atracan y tienen suerte de salir con vida. Vamos, como las putas.

Bueno, pues ya termino por hoy que se me calienta mucho la boca. Precaución y larga vida.

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